A propósito del IBI
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- Categoría: Actualidad Diocesana
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Se han levantado voces estos días que solicitan que la Iglesia deje de estar exenta del pago del IBI, el impuesto de bienes inmuebles, porque es un privilegio y porque en estos tiempos de crisis los ayuntamientos no se pueden permitir renunciar a lo recaudado por ese concepto. Se ha creado otra falsa polémica en un ambiente en el que parece que está de moda de vez en cuando meterse con la Iglesia. Parece necesario indicar cómo la exención del IBI no es en absoluto un privilegio especial de la Iglesia católica y afirmar que la Iglesia paga lo que tiene que pagar por ley. Es cansado hacer una relación de todos aquellos que están exentos del IBI por la legislación vigente pero merece la pena hacerlo, aunque sólo sea someramente.
No pagan el IBI todos los inmuebles de servicios públicos (Defensa, Seguridad, Educación y Servicios penitenciarios). Los pertenecientes a gobiernos extranjeros o que les sea de aplicación la exención por convenios internacionales. Los de la Cruz Roja. Los terrenos ocupados por las líneas de ferrocarriles y los edificios enclavados en los mismos terrenos. Los edificios pertenecientes al patrimonio histórico-artístico. Todas las entidades sin fines lucrativos. Las fundaciones de bancos, partidos políticos y sindicatos. Y por fin los inmuebles destinados a usos religiosos por aplicación de Convenios con la Santa Sede, con la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas, con la Federación de Comunidades Israelitas y con la Comisión Islámica. En Madrid, por ejemplo, no pagan el IBI: el museo del Prado, la SGAE, el Hotel Ritz, el Palacio de Liria, etc. Está regulado en la llamada Ley de mecenazgo (ley 49/2002). Se trata de una medida de incentivo fiscal con la que el Estado reconoce las actividades de interés general que realizan muchas instituciones ya sea ésta de tipo social o por el cuidado de inmuebles de interés histórico. Es lógico que el Estado promueva e incentive –también fiscalmente- a quienes trabajan a favor del bien común. Otro asunto paralelo a este y que no se trata, y sigue sin tratarse, es el de las ventajas fiscales de que gozan partidos políticos y sindicatos: no tienen que declarar lo ingresado por cuotas, las subvenciones, las donaciones, los rendimientos de sus actividades económicas, los rendimientos procedentes de las rentas de su patrimonio. No se ha oído absolutamente nada ni a nadie que pida que partidos políticos y sindicatos renuncien a sus enormes ventajas fiscales o que paguen el IBI el resto de entidades exentas. Un dato, en Valladolid sólo el 16% de los inmuebles que no pagan el IBI son de la Iglesia. No, no se ha escuchado sobre este punto nada de nada, pero sí que lo pague la Iglesia que además hace lo que tiene que hacer cumpliendo la ley. El argumento que se reitera es que en un momento de crisis los ayuntamientos necesitan ese dinero. Esta crisis está generando evidentemente una gran pobreza y todos lo sentimos. Pero resulta enojoso el argumento de Iglesia, que paguen ustedes el IBI, que hay que salir de la crisis, y de paso que me atiendan a estas familias, que me he quedado sin presupuesto. Por si hay alguna duda lo último se está haciendo y se hará siempre. Además la Iglesia estará siempre a lo que dicte la Ley tal y como lo ha hecho hasta ahora. De hecho si hubiera un cambio en la legislación fiscal, la Iglesia cumpliría lo que dictara la norma vigente. Por otro lado no se puede dudar siquiera de que la Iglesia va a seguir cumpliendo su misión de ayudar y estar con los que más sufren la crisis y con los medios de que disponga. La Iglesia va a seguir haciendo mucho por tantos que todavía necesitan tanto.