Tres países, tres experiencias y un eje central: la participación como clave para que los proyectos educativos salgan adelante.

Entreculturas ha presentado el lunes 25 de noviembre, en la Facultad de Educación y Trabajo Social, el informe "Educación y Participación. Un sueño posible". Un documento que refleja esos casos concretos llevados a cabo en Chad, en República Dominicana y en España, aquí a través de la Red Solidaria de Jóvenes, creada por Entreculturas hace 10 años y a la que pertenecen tres colegios de Valladolid (Cristo Rey, Jesús y María y La Inmaculada) con 80 escolares de ESO y Bachillerato. Representantes de estos tres puntos han descrito sus experiencias.

El caso concreto de la Red lo explicó Marta Godoy, profesora del centro del Colegio de la Inmaculada de Valladolid. Analizó ante los universitarios los resultados alcanzados con la implantación de la Red. De meros receptores de la educación, los alumnos se convierten en “educadores”. ¿Cómo? Cumpliendo con una agenda solidaria todo el año que transmite compromiso y difunde ese deseo común de un mundo mejor. ¿Con qué actividades? Con las que ellos proponen, la mayoría con fines recaudatorios para ayudar a un proyecto de Entreculturas: una vez al mes organizan el 'almuerzo sorpresa' que venden a sus compañeros por un precio módico en el recreo; 'Venta de postales de San Valentín' y 'Día Guay'. Éste último es una actuación importante en la que todos (de la Red o no) participan con aquellos que más les gusta hacer o mejor hacen. "Tocan la guitarra o cualquier instrumento, bailan, cuentan chistes", explica Marta Godoy. "El caso es participar y pasárselo bien. Ellos mismos hacen el casting para la actuación con la que recaudan fondos para el proyecto".

Además expuso su experiencia Roque Feliz, subdirector del Centro Bonó, en la República Dominicana. Se trata de un espacio donde se alienta la participación en diversas asociaciones, entre otras labores de apoyo, para conseguir una representatividad que les de voz e identidad. Más de 400 dominicanos son atendidos y los beneficios alcanzan a miles de vecinos de las barriadas de La Caleta y Alcarrizos. Esta misma semana se ha difundido un vídeo en el que el jesuita Mario Serrano, director del Centro Bonó, defiende a dos jóvenes para impedir su deportación. Un ejemplo más de defensa y apoyo a los ciudadanos más vulnerables.

Por su parte, Adef Outrone Awanda, miembro del equipo de Fe y Alegría Chad, confirmó la importancia de la participación de la sociedad en la escuela. “Gracias a la participación de la comunidad en la escuela, muchos padres y madres han entendido que la educación es fundamental para el desarrollo de sus hijos y de sus comunidades”.