El informe de Cáritas
- Detalles
- Categoría: Actualidad Diocesana
- Visto: 2960
En los últimos días se ha publicado el VII Informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas. Nos encontramos así con un análisis a pie de calle. Es la información aportada por 61 Cáritas Diocesanas que, distribuidas por toda la geografía, configuran prácticamente la totalidad de España. Los datos recogidos nos muestran cómo la crisis en la que estamos inmersos ha ocasionado cambios estructurales importantes en la realidad social y económica de España. Especialmente en la de aquellos hogares que, antes de la crisis, estaban en situación de vulnerabilidad o incluso de pobreza y exclusión social. Los números son sorprendentes y se aprecia cómo la crisis la pagan los de siempre. Las personas atendidas en los Servicios de Acogida y Asistencia de Cáritas han pasado de 370.251 personas en 2007 a 1.015.276 personas en 2011.
Esto supone un incremento del más del 174% y no cesa de crecer día a día. La crisis nos está cambiando como sociedad y estamos asistiendo a la pérdida de avances sociales que no recuperaremos cuando finalice la crisis. Una afirmación sobre el futuro apoyada en diferentes estudios, realizados a lo largo de las últimas décadas, que coinciden en llamar la atención sobre un hecho: los incrementos en las tasas de pobreza que tienen lugar en épocas de recesión no se ven compensados en épocas posteriores de bonanza. No es de extrañar que la abrumadora situación de pobreza que se está generando nos plantee importantes cambios estructurales en España. Quizás el cambio más importante sea el incremento de la desigualdad social debido al aumento de la pobreza. Desigualdad entre personas y territorios. De hecho el número de hogares con dificultades para llegar a final de mes ha pasado del 26,8% en 2007 al 30,6% en el 2010; y el número de hogares sin ingresos ha pasado de 2,12% en 2007 al 3,35% en 2012 (600.000). Esto refleja, según el informe de Cáritas, una sociedad partida por la mitad. Pero las cifras ahondan más y más en esta situación de fractura social. El aumento del desempleo y su cronificación es terrible. El 55% de las personas en paro son parados de larga duración (llevan más de un año buscando empleo), cuando en el año 2007 eran el 22,7%. El recurso a la economía sumergida, con lo que conlleva de desprotección de cara al futuro para quien la ejerce crece día a día. El Informe también se encarga de señalar como muy preocupante el desgaste de los mecanismos de protección familiar, aunque incidiendo en el papel crucial que la familia ha jugado en cuanto a cohesión y amparo cuando las cosas van mal. También es alarmante el repliegue progresivo de los sistemas de protección social. Se señala expresamente también la consolidación de una desigualdad territorial. Esto hace que las situaciones, las cuantías, los plazos y los criterios de acceso a ayudas sociales sean muy diferentes entre unas y otras Comunidades Autónomas. A lo anterior se suma que desde las Administraciones cada vez se están poniendo más pegas para el acceso a las a las ayudas sociales. Por un lado los requisitos son más duros y complejos; por otro los retrasos en la tramitación; y por último las reducciones presupuestarias de las ayudas y del número de ayudas. Se destaca en el informe cómo el tiempo para concertar una primera cita o entrevista inicial en los servicios sociales públicos sigue siendo como media de 23,7 días. En los Servicios de Acogida y Asistencia de Cáritas este tiempo es de 4,9 días. Además entre la primera cita y la respuesta efectiva, el tiempo de tramitación y gestión de las ayudas en los servicios sociales públicos es de 65 días. En Cáritas este tiempo es de 6 días. Hoy en día la realidad se está poniendo tan cruda que también está afectando a la propia Cáritas. Casi la mitad de las Cáritas Diocesanas de España comienzan a sentirse sobrepasadas y esto puede ser muy preocupante.