Visita del padre general de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás
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- Categoría: Actualidad Diocesana
- Escrito por Iglesia en Valladolid
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Una iglesia llena para acoger y acompañar al padre general de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, que ha comenzado el domingo 5 de mayo en Valladolid su visita por la Provincia de Castilla. Recién llegado a la ciudad, presidió la misa de 21.15h. acompañado de una veintena de jesuitas de Valladolid y de otros lugares de la provincia, y de muchas de las personas que acuden habitualmente a esta misa, y que hoy abarrotaban la Iglesia. Junto al padre Nicolás, en el altar, se encontraban el provincial de Castilla, Juan Antonio Guerrero y Toño Allende, superior de la residencia de los jesuitas de Ruiz Hernández. El coro de Nueve y Cuarto acompañó la celebración, y el general tuvo un buen guiño para ellos, cuando dijo que no solo en Africa se canta bien, también en Valladolid.
Comenzó la eucaristía recordando que era la segunda vez desde que es general que visitaba Valladolid, una ciudad cercana al pueblo palentino donde nació, Villamuriel de Cerrato. Y al hilo de las lecturas de los Hechos de los Apóstoles y del libro del Apocalipsis, dedicó la homilía a lo “verdaderamente importante para la Iglesia”, a pesar de las imágenes que refleja la prensa: “Lo importante hoy día, como siempre, son las personas”, dijo. “Hacer el bien, curar al que está enfermo, dar alivio al que se siente solo, acompañar, sanar, dar fuerzas al que se siente débil”. Adolfo Nicolás incidió en esta actitud como una forma de vida que sale de dentro de cada uno. “Y esto nos implica a todos”, dijo. “Una de las cosas buenas del nuevo Santo Padre es esta preocupación por lo que es importante”. Adolfo Nicolás ahondó en esas actitudes que salen del corazón y que sólo buscan lo bueno de las personas, rigiéndose por una ley distinta, “de la vida, del amor, de la compasión y de cuidar unos de otros para hacer una humanidad mejor”. (Accede a la homilía completa AQUÍ)
Fue una Eucaristía en la que se dieron cita mucha de las personas vinculadas a la Compañía de Jesús en la ciudad. Una ocasión para compartir una palabra inspiradora y para celebrar juntos una misión que nos envía al mundo. Como decía el P. Nicolás al terminar la Eucaristía, al menos esta semana tenemos la tarea de hacer de nuestra mirada una mirada compasiva.