15-5-2013 - En la fiesta de San Isidro de este año hay muchas cosas que celebrar. La Escuela de Ingeniería Agrícola INEA y el Ayuntamiento de Valladolid entregan hoy 24 huertos ecológicos a otras tantas personas mayores inscritas en los servicios sociales municipales. Jubilados que estaban a la espera de una parcela que a partir de hoy podrán labrar.

La fiesta comienza con una misa que Félix Revilla ha celebrado con quienes disfrutan de este espacio de recreo y encuentro. Después, la bendición de los huertos y el acto de entrega de los carnés a los nuevos hortelanos. Este encuentro congrega en los jardines de esta escuela adscrita a la UVa al alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva; al concejal de Medio Ambiente, Jesús Enríquez; a la responsable de Bienestar Social, Rosa María Hernández, y a los 400 mayores que continúan disponiendo de las parcelas.

El acto de inauguración de la IX edición de los ‘Huertos Ecológicos’ sirve también para hacer entrega de dos galardones convocados por INEA: I edición del concurso de vídeos ‘Huertos Escolares’ y el I Trofeo de Golf celebrado el 14 de mayo.

Por primera vez, INEA ha querido premiar un trabajo de los escolares. Una iniciativa con la que se trata de integrar en las aulas las nuevas tecnologías y el cuidado de huertos y plantas. El I premio ha recaído en el vídeo ‘Quien siembra, recoge’, elaborado por un grupo de profesores y alumnos del colegio Nuestra Señora del Carmen, de León, y el segundo, el titulado ‘Nuestro huerto’, del CP Las Rozas, en Guardo, Palencia. El primero recibirá 500 plantas para huertos y tres libros temáticos sobre horticultura ecológica y el segundo, un lote de 250 plantas para huertos y tres libros.

En cuanto al I trofeo de Golf cuenta con los siguientes galardonados: en la categoría hándicap, el primer premio es para Emilio Ruano y el segundo para Lesmes Flórez. En la categoría scratch, el primer clasificado es Félix del Cura y el segundo, Román Tejerina.

La fiesta termina con baile al ritmo que marquen los dulzaineros y una merienda para compartir este rato de encuentro, con el deseo que la cosecha ofrezca lo mejor de sí. Y también la vida.