Como todos los años, solemos hacer una peregrinación. Este año decidimos ir a Lourdes las parroquias de Pilarica y Belén los días 11, 12, 13 de mayo aprovechando el puente. Como es lógico teníamos  que parar a ver a Nuestra Señora del Pilar. Paramos primero en el Monasterio de Piedra, precioso para descansar  después de una mañana de autocar, de dos plantas, íbamos 81 persona de Peregrinación. Paseamos entre las cascadas, hicimos fotos, disfrutamos del paisaje, la luz tan radiante que entraba entre los árboles. El Monasterio Precioso, todavía se celebran Bodas en este espacio de paz y tranquilidad. De allí nos fuimos directos a Zaragoza. Allí pasamos una tarde maravillosa, en la Basílica del Pilar en la eucaristía, concelebraban Don Fernando, párroco de Pilarica y Belén y Don Enrique Peralta, es un honor que siempre nos acompaña. Con emoción  contemplamos  a la Virgen del  Pilar, pequeña, hermosa y como madre de todos, pedimos por la peregrinación, que con fe y amor  tengamos un buen viaje. Paseamos entre sus calles con una visita guiada. La plaza  del Aseo, siempre lleno de gente, parejas que contraían el sacramento del matrimonio, niñ@s de comunión, etc…

Al día siguiente camino de LOURDES. Después de pasar la frontera y las curvas de mareo, llegamos a nuestro destino. Por la tarde celebramos la eucaristía en una capilla que nos dejaron, ya se sentía  el mensaje “ Dios es Amor  nos ama tal y como somos”. Después pudimos contemplar, vivir y disfrutar de los signos de Lourdes. El agua: beber y lavarse Las personas que beben de éste agua y se lavan lo deben hacer bajo el manto de la esperanza y la fe en la Virgen. La roca: tocar La roca es un elemento duro, fuerte, un lugar donde podemos apoyarnos y encontrar soporte y sujeción. Tocar la pared de la Gruta representa el abrazo de Dios, sólido y firme como una roca. La luz: Encender una vela e iluminar La Luz, representada en las llamas de las velas, significa la fe y esperanza de iluminar y ser iluminados. Las gentes: todas las naciones en un solo pueblo Recibe gentes de toda raza, lengua y nación. Los enfermos y las hospitalidades: Fraternidad y Amor. El amor, el cuidado y la atención a los enfermos y los discapacitados es una forma de vida de este Santuario. Por la tarde asistimos a la procesión del santísimo, con tiempo para meditar  y rezar  en compañía de la virgen en la gruta. Por la noche asistimos a la procesión del rosario con los enfermos. La Procesión de las Antorchas, caminando con una vela encendida en la mano, expresa la luz que ilumina el camino y la vida. Es esperanza.

Al día siguiente madrugamos para tener la eucaristía en la gruta con la virgen, despedirnos y pedir por todos los que estamos allí y los que no pudieron acompañarnos. De vuelta a Valladolid pasamos por Logroño y por la tarde paramos en Bibriesca. Llegamos a Valladolid renovados con nuevas energías y paz interior, compartimos una vivencia de fe entre las parroquias y preparados para compartir la del año que viene.

Josefa Pérez Cacho