Los responsables de Pastoral de los colegios católicos de Valladolid tienen deberes para este verano. El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, les ha reunido ayer, miércoles 12 de junio, para que inicien una reflexión sobre inquietudes, dificultades y posibilidades que permitan recobrar la armonía entre familia, parroquias y colegios en la iniciación de la fe de los más pequeños. La propuesta es encontrar modos de colaboración manteniendo cada institución su especificidad. 

Blázquez se ratificó en que la transmisión de la fe a las nuevas generaciones atraviesa dificultades, aunque no por ello sea imposible. Animó a descubrir las futuras líneas de colaboración entre las tres instituciones para que esta vinculación permita mostrar una identidad cristiana sana, “garantía de una eficacia apostólica fecunda”. Destacó las vías esenciales para esta introducción: la oración, la participación de la eucaristía y de los sacramentos, la transmisión del Evangelio y el conocimiento de cerca del sufrimiento de las personas como una realidad humana profunda. “Quiero que caminemos juntos como diócesis, cada uno cumpliendo nuestra misión, según la responsabilidad que tenemos”.