Jaime, Francisco, Álvaro y Antonio ya son diáconos
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- Categoría: Seminario Diocesano
21.junio.2015__ Ordenación al diaconado de José Jaime Aránega Gómez, Francisco Casas Delgado, Álvaro de la Riva de la Red y José Antonio Rupérez Palomar, Fraile de la Sagrada Familia, en la S.I. Catedral de Valladolid, a manos del Cardenal-Arzobispo de Valladolid, don Ricardo.
Las letanías de los santos, la imposición de las manos del Obispo, la oración de consagración, la imposición de las vestiduras diaconales y la entrega de los Evangelios fueron los gestos principales de la ceremonia. Con el abrazo de paz, por parte de los demás diáconos, fueron incorporados plenamente a ese colegio de servidores.
La Catedral lució sus mejores galas para este día de fiesta, que lo fue para nuestra diócesis y para toda la Iglesia. Y fue motivo de gran alegría para el Seminario diocesano, que vio cómo es fiel el Señor, que lleva a término la obra que había empezado años atrás con los seminaristas que se ordenaron.
• Homilía completa de D. Ricardo • |
La palabra "diácono" viene del griego y significa "servidor". Los diáconos, confortados con la gracia sacramental, sirven al pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad, conforme a cuanto se encuentra en Hch 6,1-6 : “buscad entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de saber”.
El ministerio del diaconado, confiado por imposición de manos del obispo, confiere al ordenado —como bien se encuentra especificado en Lumen Gentium, 29— la administración solemne del bautismo, el conservar y distribuir la eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y la oración de los fieles, administrar los sacramentales y presidir los ritos de funerales y sepelios. |
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• Preparándose para ser diáconos • |
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Los ministerios no ordenados
Son oficios instituidos oficialmente por la Iglesia y conferidos por ella, mediante un rito litúrgico especial que comporta una bendición del Obispo, para ejercerlos en nombre de la Iglesia. Actualmente, en la Iglesia latina hay dos ministerios no ordenados e instituidos en este sentido: el “lectorado” y el “acolitado”. Aunque sean ministerios laicales, deben ser recibidos por los candidatos a la Orden sagrada del diaconado y del presbiterado. |