18-11-2013 - La inauguración de la nueva sede de Red Incola fue todo de un acto de renovación de los principios que movieron a nueve instituciones religiosas a tejer la red de ayuda a los inmigrantes de Valladolid hace 12 años.  Parecía que los espacios se quedaban pequeños, y eso que con el nuevo edificio de la calle Olmo, 63, la ONG quintuplica el espacio al que tenía en la Plaza de España. Todo se ha llenado de gente. Unos representaban a las instituciones religiosas que conforman la Red y otros a las instituciones que en estos años se han involucrado en los proyectos:  representantes del Ayuntamiento (ha presidido el acto el alcalde León de la Riva acompañado de la concejala de Bienestar Social, de Participación Ciudadana y de miembros de los grupos municipales de la oposición), el delegado del Gobierno y representantes de instituciones que han trabajado codo con codo en esta labor social de tantos años ( Colegio Farmacéutico, Proyecto Hombre…) Y otros, muchos, eran voluntarios desinteresados, amigos y colaboradores que alientan la ONG.

Por todo lo recibido y por ese horizonte unidos, “profunda gratitud” de parte del coordinador de Red Incola, el franciscano José María Lucas, y del presidente de la Fundación , Félix Revilla sj. Este último con sus palabras “rescató” ese sentido primero que les unió: ayudar a quienes así lo necesitan. Pero también ensalzó a quienes sin poderlo hacer directamente “apoyan a los que ayudan” (Ayuntamiento de Valladolid, Diputación, Junta de Castilla y León, entidades como la Obra Social de La Caixa, fundaciones privadas, "algunas de las cuales ni siquiera quiere que su nombre figure", empresas, centros educativos y socios que aportáis voluntariamente vuestros donativos para que Red Íncola sea una realidad). Una reflexión motivada por la realidad vivida estos años y por la declaración reciente de los superiores jesuitas de Europa y Oriente Medio sobre “Migraciones y Asilo hoy” que entre sus propuestas cobra especial sentido una en un día como hoy: “Apoyar a los que ayudan a mejorar las cosas”. Por ello la fiesta ha sido un poco de todos.