23.octubre.2014__ La Fundación Red Incola ha formalizado el relevo al frente de la coordinación ejercida por José María Lucas desde 2011 y que ayer asumió Eduardo Menchaca, implicado en la labor de Íncola desde hace seis años.

En el día de ayer se entrelazaban los sentimientos de alegría y tristeza. Despedíamos a Chema, que lleva en Red íncola desde sus orígenes, dejando una gran huella en la entidad y las personas que formamos parte de ella. Ahora comienza un nuevo camino en la comunidad Franciscana de Santander. Y recibíamos a Mencha, como así se le conoce en Red Íncola y su entorno más cercano, que afronta el nuevo reto con mucha ilusión, por el hecho de sentirse acompañado de un equipo profesional muy competente e integrado por “buena gente” al que apoyan 300 voluntarios comprometidos.

Mencha conoce muy bien Red Íncola. Este ingeniero técnico agrícola y trabajador social, de 30 años de edad, comenzó su colaboración con la entidad hace seis años en el albergue de acogida de mujeres "Hogar Vicuña". Después se implicó en el programa "Café Solidario" y desde allí al centro intercultural "Calor y Café", primero como voluntario y los últimos años como coordinador.

Los dos han visto crecer los programas desde dentro y ahora, en su horizonte, está el de ampliar toda la Red a otras ciudades del país –Granada, Logroño, Burgos, La Coruña- y consolidar su presencia en el mismo barrio de La Rondilla donde están ubicadas las oficinas. El relevo se realiza con el deseo de mantener la alerta y la escucha en las necesidades de las personas. Que el futuro dé continuidad a un proyecto dirigido por dos coordinadores que comparten la vocación de servicio a las personas inmigrantes y en situación de mayor vulnerabilidad. “Apuesto todo por este trabajo y ofrezco mi disponibilidad con vocación”, argumenta Eduardo Menchaca.