22.abril.2015__ La inauguración de la Sala Borja congregó a muchas personas vinculadas a las artes escénicas de Valladolid y a la Compañía de Jesús en esta ciudad.  La gala comenzó con la interpretación de violonchelo de Vicente Marín, miembro del Coro Nueve y Cuarto, al que pertenecen también la cantante Elena López y Miguel Diez, que la acompañó con la guitarra. Bailes extremeños interpretados por Tierra Castúa y el ballet de las Hermanas Bernal, cuya escuela se encuentra alojada en los salones de la sala, y las actuaciones de dos compañías teatrales de la ciudad, Tiramisú Teatro y Líbera Teatro. Entre las interpretaciones se daba paso a las intervenciones de diversas personas. Abrió el alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, que acudió junto a otros representantes de los partidos políticos en el Ayuntamiento de Valladolid. Siguió el jesuita Antonio Allende, como superior de la casa donde se aloja la Sala Borja, y explicó el significado y el compromiso de la Compañía de Jesús con las artes de la ciudad al revitalizar este teatro de 42 años de vida. Posteriormente habló Félix Revila sj, que explicó el proceso  de reforma integral y las mejoras apreciables por todos; habló como representante de actores y de compañías, Ángel San José, y Carlos Burguillo, nuevo gerente cultural de la sala. Cerró la gala el conjunto vallisoletano Celtas Cortos.

Todo un homenaje a las artes escénicas de la ciudad y a su música. La gala representó lo que ha sido la Sala Borja, porque cada participante expresó de diversas maneras el significado de este espacio en su vida personal y profesional. Unos lo hicieron públicamente, como Jesús Cifuentes de los Celtas Cortos, y otros, detrás del telón: “He crecido aquí y todo por la Sala Borja”. Mención especial para el hermano Terán, que recibió un caluroso aplauso del público. Generosamente, los artistas colaboraron desinteresadamente para que el primer paso de la reformada Sala Borja tuviera el reconocimiento de la ciudad que se merece.