24.Diciembre.2016__ El cardenal arzobispo de Valladolid, D. Ricardo Blázquez, acompañado por el Alcalde de Valladolid, Óscar Puente y la Concejala de Educación, Infancia e Igualdad, María Victoria Soto, aprovechó un año más la tarde de Nochebuena para felicitar la Navidad a los ancianos de la residencia de la Casa de Beneficencia (en el Camino del Cementerio) y a los de la de Nuestra Señora del Carmen. En la primera, antes de bendecir la cena, tuvo la oportunidad de asistir a la representación del misterio del Nacimiento del Niño, que escenificaron 24 alumnos del colegio de La Milagrosa. La asociación Casa de Beneficencia se fundó en 1818 como asilo de caridad y con el propósito de atender a los mayores más necesitados, una labor que sigue desarrollando casi dos siglos después -y que complementa con la formativa en el colegio de La Milagrosa (con 350 alumnos)-, gracias a la colaboración de un grupo de voluntarios y, sobre todo, a la entrega de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, “que dedican su vida entera a atender a los 162 mayores residentes”, en palabras del presidente de la asociación, Ignacio Serrano. Un claro ejemplo de esa misericordia vivida con intensidad y en la práctica, que nos animó a practicar el papa Francisco en la clausura del Año Jubilar.

Tras visitar la residencia de la residencia de la Casa de Beneficencia, D. Ricardo se desplazó hasta Nuestra Señora del Carmen, en la que presta sus servicios la comunidad de Franciscana de los Sagrados Corazones, donde bendijo la cena de los residentes. La visita la realizó en compañía de varios representantes municipales y de los integrantes de las asociaciones que colaboran en ambos centros asistenciales.