El pasado día 16 de febrero profesores religión, acompañados por profesores de otras asignaturas, tuvimos el retiro de Cuaresma con D. Ricardo. Los profesores nos consideramos buenos profesionales, para ello nos preparamos, pero también nos sentimos personas que necesitan renovar energías para que el desgaste -que deriva del esfuerzo que realizamos en todas las actividades de la vida-, no afecte a nuestro quehacer cotidiano. Nuestro objetivo, por lo tanto, era el de crecer juntos en Cristo, haciendo comunión con nuestro obispo, para poder así llevar al Señor a todos los ámbitos que conforman nuestra vida cotidiana: profesión, vida familiar, distintas relaciones...

A cualificar este clima familiar contribuyeron las palabras iniciales de D. Ricardo: "Expreso mi afecto, confianza y gratitud en el Señor, por la tarea de servicio a la Palabra de Dios". Un servicio que se traduce en ser testigos serviciales que saben vivir el valor de la esperanza con los alumnos, que saben soñar con ellos para realizar esperanzas, continuaba diciendo D. Ricardo, que saben lanzarles preguntas de sentido: ¿hacia dónde va tu vida?, que saben educar la fe confiados en que el Señor abrirá en ellos esa puerta. D. Ricardo continuaba animándonos en nuestra bella tarea de educar la fe, en medio de nuestra cultura actual.