El pasado martes, 13 de marzo, falleció el seminarista menor de nuestra diócesis, Alberto Rodríguez, con tan solo 16 años de edad, después de haber sobrellevado con gran fuerza y entereza la enfermedad que puso fin a su vida. Alberto llevaba cuatro años estudiando en el Seminario menor de Valladolid, y era natural de Villafrechós, el pueblo en el que esta misma mañana se le ha dado cristiana sepultura. El funeral ha sido presidido por nuestro arzobispo, Don Ricardo Blázquez, que en todo momento se ha mostrado cercano y atento con los padres y la hermana del fallecido, así como con el resto de sus familiares y amigos.

Más de una veintena de sacerdotes, tres diáconos, todos los seminaristas mayores y menores, familiares y amigos de Alberto han querido dar su último adiós al joven, que ha muerto cuando se está celebrando la novena de San José, patrón de los seminarios. El prelado, en su homilía, señaló que en estos momentos de tristeza y dolor surgen muchas preguntas dentro de nosotros, pero es momento de dar gracias a Dios por su vocación y la manera como llevó en todo momento su enfermedad. También Don Ricardo señaló su convencimiento de que la muerte de Alberto, cercana la campaña del día del Seminario, irradia también un mensaje para todos desde el cielo, donde confiamos que ya esté, en los brazos del Padre bondadoso. Alberto ya estaba maduro para Dios; había pasado ya por la pasión y la muerte, y ahora es tiempo de confiar en su gozo por la vida eterna. Por último, el arzobispo lanzó unas palabras de aliento a todos los seminaristas: adelante, queridos seminaristas, adelante, junto con Alberto. Después de la Eucaristía, se cantó la Salve a la Virgen de Cabo, patrona de la localidad, ofreciendo así a la Virgen María el alma de Alberto. Que el Señor lo tenga en su gloria. Desde el Seminario de Valladolid nuestro más sincero pésame, apoyo y oración para toda su familia.