Convocados con el lema “Una Cáritas centrada en la persona”, el sábado 28 de abril se han reunido en la Casa de Oración de Villagarcía de Campos más de doscientos agentes de Cáritas Diocesana de Valladolid de las diferentes Cáritas Parroquiales e Interparroquiales (de la ciudad y de fuera) y de los distintos programas sociales, que asumieron el reto de ser animadores de la Caridad de toda la Iglesia de Valladolid.

El eje central de esta Asamblea ha sido la ponencia de D. Luis Argüello, Vicario General de Valladolid, titulada “Cáritas en la Diócesis”, quien trasladó a los asistentes algunos de los contenidos y de las conclusiones de los Encuentros de Obispos, Vicarios y Arciprestes de Iglesia en Castilla de estos tres últimos años dedicados a la Caridad en la Iglesia.

Entre las insistencias de D. Luis, figuró la identificación entre Cáritas y la Iglesia, y con ello, la necesidad de articular en nuestra diócesis la triple tarea que expresa la “naturaleza íntima de la Iglesia: anuncio de la Palabra de Dios (kerygma-martyria), celebración de los Sacramentos (leiturgia) y servicio de la caridad (diakonia)” (Deus caritas est nº 25). Así mismo, tenemos el reto de avanzar en la vinculación entre Cáritas y Apostolado Seglar, de modo que los agentes de la caridad (voluntarios, contratados, directivos) dispongan de un ”cauce” que favorezca la formación y el cultivo de la espiritualidad para su compromiso.

Esa identificación entre Cáritas e Iglesia plantea también la exigencia de una organización de la caridad en todas las comunidades cristianas, porque «hay Cáritas fundamentalmente porque hay comunidad cristiana, no sólo porque haya pobres».  En este sentido, otro reto que tiene la Iglesia de Valladolid es cómo organizar la caridad en el nueva estructuración territorial y teniendo en cuenta, además, la realidad rural de pequeños pueblos tan importante de nuestra provincia.

Otro acento presentado por D. Luis Argüello fue el cultivo de la espiritualidad de la caridad, de modo que los pobres sean lugar de encuentro con Cristo para lo que es necesario formar manos, cabeza y corazón en el Espíritu del Resucitado.

No faltó, como es lógico, la referencia al momento social actual de crisis. Desde esta realidad Cáritas recibe la llamada a impulsar todas las acciones, acciones que sean signo y fermento del Reino de Dios.

Por último, el Vicario General hizo una petición explicita a Cáritas: ayudar a toda la comunidad cristiana a implicarse en la vivencia de la Caridad.

Sobre estas aportaciones se dialogó posteriormente en varios grupos de trabajo.

La Asamblea se completó con el informe de la situación de Cáritas Diocesana de Valladolid presentado por el equipo Directivo y el reconocimiento de la labor del voluntariado.

La celebración de la Eucaristía resultó profundamente sentida y supuso para los asistentes a la Asamblea acudir a la fuente del Amor para iluminar y continuar con la labor que se está realizando en nombre de la Iglesia de Valladolid.