15-2-2014 - Dentro de los actos de celebración de los 450 Años de Comunidades Laicas Ignacianas que se celebran en Valladolid, D. José María Galán (CVX de Sevilla) participó con una charla en el Colegio San José titulada "La espiritualidad ignaciana laical vivida en comunidad".

La esencia de las Comunidades de Vida Cristiana es su dimensión universal. Más que un grupo local es una comunidad mundial. Cualquier miembro de CVX vive su pertenencia más allá de la comunidad de referencia a la que pertenece. Hoy hay 60 comunidades nacionales (el mapa tiene coloreados los países a los que pertenecen) y otras 16 en proceso de incorporación con 25.000 miembros adultos. Cuando uno se suma a este gran proyecto sabe que su participación forma parte de un mismo proyecto común de toda la CVX. Que las obras apostólicas de CVX en cualquier país del mundo están acompañadas y apoyadas por todos los miembros de la comunidad mundial. "Y esta es una propuesta para laicos y  construida por laicos", explica Roberto Arnanz en plena celebración del 450 aniversario con vigencia en la Iglesia del siglo XXI, "algo que consideramos muy importante".

"Nos ayuda a mirar el mundo en su globalidad", dice. Y esto implica ser más conscientes de los problemas concretos que atraviesan hoy países como Siria, República del Congo o Filipinas. "Las mismas comunidades de allí nos lo cuentan de primera mano". La realidad del mundo en general es parte de la vida de las CVX que comparten la vida de muchas personas concretas. "Esto da mucha lucidez a la hora de preguntarse cuáles son las llamadas que puede estar haciéndonos Dios, pero también permite dar una respuesta en común", insiste Arnanz. "En un mundo global como el de hoy, tener la capacidad de dar respuestas concretas tanto a los problemas locales como a los globales es a la vez para nosotros un reto y una realidad".  

A Valladolid trasciende esta cualidad universal: "Por un lado nos sentimos acompañados por otras muchas comunidades cuyas reflexiones y vivencias nos ayudan a seguir creciendo y sobre todo a convertir en acciones y voluntariados concretos aquí en Valladolid las reflexiones que se hacen a nivel nacional o mundial". Y por otro, explica Roberto, "nos sentimos partícipes de lo que otros están haciendo aunque estén en la otra punta del mundo". CVX es "comunión espiritual", es "compartir la misma llamada y un misma forma de hacer comunidad" y otras veces "es compartir aportaciones económicas o acciones de denuncia global que ayudan a comunidades de otros países".