Todos nos hemos quedado estupefactos ante la noticia de la renuncia del papa que él mismo notificó en el Consistorio. En los primeros momentos muchos pensamos que era una noticia falsa o incluso una broma de carnaval, pero la noticia fue confirmada y la sorpresa fue mayúscula. Con palabras del papa las causas de la renuncia son las siguientes: “Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”. Nos encontramos con una confesión del papa de su debilidad. Reconoce que las fuerzas y el vigor le han ido disminuyendo con el tiempo debido a la edad y que se siente incapaz para ejercer bien en estas condiciones el ministerio que le fue encomendado. Ante esta situación toma una decisión coherente y libre. Una decisión en conciencia y ante Dios. Una decisión con implicaciones para toda la Iglesia. En un libro entrevista con Peeter Seewald ya anunciaba su postura ante la pregunta “¿puede pensarse en una situación en la que usted considere apropiada una renuncia del papa?” Benedicto XVI contestó: “Sí. Si el papa llega a reconocer con claridad que física, psíquica y mentalmente no puede ya con el encargo de su oficio, tiene el derecho y, en ciertas circunstancias, también el deber de renunciar”. Parece ser que se han cumplido las condiciones y el papa renuncia por coherencia. Quizás habría que pensar en algo que no nos lo acabamos de creer, el que todos somos necesarios pero nadie imprescindible. Nos encontramos así con un acontecimiento inédito, tal y como indican algunos historiadores desde Gregorio XII que se retiro el 4 de julio de 1415 u otros desde Celestino V que renunció en 1294. Un acontecimiento que se contempla en canon 332.2 del Código de Derecho Canónico donde se precisa que "Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero que no sea aceptada por nadie". En este caso se cumplen las dos condiciones: la libertad y el hecho de ser manifestada formalmente en el consistorio. A partir del 28 de febrero el papa se retirará a Castelgandolfo y después a un monasterio de clausura. El papa quiere dedicar sus últimos años de su vida a la oración, un servicio a la Iglesia desde la humildad. Una humildad de un sabio. Joseph Ratzinger hará lo que mejor ha hecho durante toda su vida como maestro que es: darnos una lección. Esta vez una lección de humildad.
Fernando Bogónez
11 de febrero de 2013. El Papa Benedicto XVI ha anunciado que renunciará el próximo 28 de febrero al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro.
Con tal motivo el Arzobispo de Valladolid D. Ricardo Blázquez se une plenamente a lo expresado en la Nota de Agradecimiento que ha hecho pública la Conferencia Episcopal Española. Junto a la gratitud por el impagable servicio prestado a la Santa Iglesia desde 2005, los obispos se muestran afectados por esta decisión y piden oraciones para que el inminente proceso de elección del Sumo Pontífice sea guiado e iluminado por la fuerza del Espíritu Santo.
El Papa Benedicto XVI ha hecho el anuncio durante el Consistorio Público Ordinario, con las siguientes palabras:
Queridísimos hermanos:
Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, con la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritural, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fué encomendado. Por esto siendo muy consciente de la seriedad de este acto con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, sucesor de san Pedro, que me fué confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013 a las 20,00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice. Querídimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mi el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria. |
D. Ricardo presidió la Eucaristía del domingo 5º del Tiempo Ordinario en el Monasterio "Sagrado Corazón" de las MM. Clarisas de Cigales. Le acompañó D. Cresceniano Saravia, capellán del Monasterio y el P. Juan Carlos Plaza, párroco de Cigales. Un pequeño grupo de fieles se dio cita para celebrar el Domingo, día del Señor.
El señor arzobispo comenzó su homilía agradeciendo a las MM. Clarisas su vida de piedad y oración, junto a la cruz siempre del Señor, para interceder por nosotros. A continuación reconoció la misión de D. Crescenciano, que a sus 87 años, es capellán de dicho monasterio. A continuación nos habló de las lecturas de este domingo. Especialmente se centro en el tema común tanto de la primera lectura (Is 1-2a.3-8) y el evangelio de Lucas (La pesca milagrosa: 5, 1-11). Ambos textos, relatos de vocación.
La Parroquia de San Ildefonso de Valladolid celebró un Solemne Novenario que dedicó en honor a su Madre Inmaculada la Archicofradía de Nuestra Señora de Lourdes del 3 al 11 de febrero de 2013. En este contexto el viernes 8 se quiso realizar también una vigilia de Oración que los uniera con la "Comunidad del Cenáculo", en la que el mexicano Mauricio Rizo, afincado en un pueblo de Madrid, ofreció su testimonio de su experiencia de seis años en el Cenáculo, como salida de su drogodependencia. En España hay una casa en Barcelona y su método de trabajo no pasa por los profesionales de la psiquiatría o las terapias, sino por el camino personal que ha de recorrer cada uno en un ambiente de fraternidad, trabajo y oración.
Por si necesitáis más información os dejamos un enlace a su página web y un par de teléfonos de atención en España: 691701712 (Mauricio) y 680823900 (Juan).
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Los días 8 y 9 de febrero el Consejo Federal de la Federación de Santo Domingo, Provincia de España (MM. Dominicas) se reunieron en el Centro de Espiritualidad del Corazón de Jesús, para celebrar uno de los dos Consejos anuales que suelen tener en esta Casa para tratar asuntos internos de la vida de la Federación.
Son días de convivencia fraterna y de compartir nuestra vocación e ideal dominicanos. En esta ocasión el Señor nos regaló el poder saludar e intercambiar un breve diálogo con el Sr. Arzobispo de Valladolid, D. Ricardo Blázquez. Desde estas líneas le agradecemos su cercanía y sencillez y oramos por sus intenciones y las necesidades de la diócesis de Valladolid.