9-5-2013 - El Instituto de Fe y Desarrollo dedicó tres jornadas a profundizar en las claves del reto ambiental y el compromiso creyente, una realidad que afronta toda la iglesia.  El jueves partició el jesuita José Ignacio García con la ponencia: “Sanando un mundo herido, hacia un compromiso ecológico de los creyentes”.

De la cultura del tener a la cultura del ser

Un cambio esencial por el que apuesta Leandro Sequeiros, sj: De la cultura del tener a la cultura del ser. Dentro de la Semana de Espiritualidad y Ecología que se celebra estos días en la Sala Borja organizado por el Instituto de Fe y Desarrollo y la Fundación INEA  con el fin de reflexionar y ahondar en el reto medioambiental en clave creyente. Sequeiros abordó la preocupación por la naturaleza bajo el título: ‘Custodiar la creación. Guardianes  de lo humano y del ambiente”.   Desde su perspectiva, la posición que ha de tomar  el creyente ante los problemas reales del medioambiente conlleva tres elementos: fe, justicia y medioambiente.  Sigue el  análisis ignaciano, ver (contemplar la realidad de un mundo herido), juzgar (juzgar el mundo desde los desequilibrios provocados por los modelos de desarrollo) y actuar (las religiones, la gobernanza mundial y las cumbres internacionales son las que tienen la posibilidad). Y a esta realidad le sumó un cuarto y un quinto aspecto: “¿Es suficiente el desarrollo sostenible?” a lo que él respondió desde el ‘ecodesarrollo’.  Este término que recoge la inquietud del creyente, más allá de la sostenibilidad en cuanto que integra y potencia al ser humano. “Custodiar la creación es defender a los pobres”,  son palabras del papa Francisco cuando todavía era cardenal. Y para él recobran actualidad por el hecho de que interpelan a quienes tienen que actuar ante un mundo herido (‘Sanar un mundo herido’ es el documento de la Compañía de Jesús que refleja su compromiso con la creación).

Otros estilos de vida

Un largo listado de ejemplos de estilos de vida posibles para cambiar el mundo. José Eizaguirre enumeró, describió y ahondó en la conversión, en la transformación y en los posibles cambios  en las maneras de vivir en las que son compatibles felicidad y contribución a un mundo mejor. Con su conferencia  “Estilos de vida en conversión. Contribuyendo a otro mundo mejor posible con nuestra manera de vivir”, dentro de la semana de Espiritualidad y Ecología que han organizado el Instituto de Fe y Desarrollo y la Fundación INEA en la sala Borja, Eizaguirre desgranó ámbitos de comportamiento donde la persona hace posible su compromiso con el bien común. Dos ámbitos son primodiales: “El de la espiritualidad y el de compasión”. Ahí se da espacio a todo lo que conlleva alimentar por dentro con aquel espíritu que lleve a la persona a su interior para proporcionar algo más hondo a los otros. Y  después de esos dos ámbitos dedicó la conferenciar a 12 ámbitos, importantes e interesantes pero no primordiales, desde donde hacer realidad en el día a día un compromiso con la naturaleza, con uno mismo y con los otros. Estos se mueven en el campo de la formación, de la vida sana, de la sencillez, del consumo solidario y responsable, del intercambio, de la economía ética, del trabajo, de la denuncia de las injusticias, de la participación social hoy de la difusión de estilos de vida.