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Ellos mismos son, como se les ha dicho, quienes forman la iglesia, la gran familia, por eso son ellos quienes acceden al templo y quienes son poseedores de " la llave",(el deseo de seguir a Jesus). Una vez dentro, se les  va explicado el sentido que tiene el bautismo para todos los que nos hacemos llamar discípulos de Jesus, y han podido conocer la pila en la cual la mayoría de ellos fue un día sumergido y de la cual renacieron como nuevas criaturas; sabemos muy bien que es muy distinto ver las cosas sobre papel que tener la experiencia de poder acceder a ellas; se les explica de una manera plástica el sentido que tiene, la ubicación a la entrada de la iglesia del baptisterio y ellos, ya con unos años mas que el día de su bautismo, de un modo más consciente, han podido dar gracias a Dios por el Don de la fe que recibieron un día a petición de sus padres y padrinos , por eso han besado la pila bautismal y renovado con ellos las promesas que un día sus padres hicieron por ellos de seguir creciendo en el conocimiento y amistad con Jesus.

Poco a poco han accedido al templo y mientras lo han visto vacío, como nunca antes lo habían podido ver, han ido descubriendo la importancia del lugar que ocupan ellos en la iglesia, sin la cual no tendría sentido la construcción, pues las piedras verdaderamente importantes de una iglesia, son los hombres y las mujeres que dan vida y alientan la asamblea.

Igualmente han podido acceder hasta el presbítero, lugar que habitualmente no ocupan en la liturgia semanal a la que asisten, y allí,conocer el ambón, lugar desde el cual nos es anunciada la buena noticia; el altar, lugar desde donde Jesus celebra con nosotros el memorial de su pasión y nos reparte su cuerpo y su sangre a todos los hombres, que hambrientos y sedientos acuden a la eucaristía a obtener la fuerza necesaria para avanzaren el camino de la fe.

También, han podido entrar a la capilla donde se tiene el reservado, el sagrario que contiene el cuerpo de Cristo y que ellos ven distribuir entre los mayores en cada celebración. Han renovado allí su deseo de prepararse bien para poder algún día ser ellos también merecedores de recibir al señor. Finalmente en la sacristía, han visto la colección de vasos sagrados que la parroquia tiene para las celebraciones eucarísticas así como el pan con el cual celebramos cada día la Santa Misa y que ellos ya anhelantes desean recibir.

Es una experiencia preciosa, donde el asombro de los niños por cada rincón de la Iglesia es espectacular, al igual que el gusto y respeto por cada uno de los ámbitos sagrados; sin duda, con ellos uno descubre la importancia de las palabras del Señor : " si no os hacéis como niños, no entrareis en el Reino de los Cielos". Enhorabuena a cada una de las familias por el Don de la Fe que contienen estos niños.