Estamos a punto de unirnos a todos los jóvenes cristianos del mundo, tanto los que están en Río de Janeiro, acompañando al papa Francisco, como los que están en diversos encuentros juveniles, como el que vivimos un grupo de nuestra diócesis de Valladolid en Ciudad Rodrigo, para vivir la Vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud. Para ello nos hemos ido preparando. En la dinámica de nuestro encuentro hemos entrado en nuestro corazón para encontrarnos con Dios desde el silencio, desde la palabra de Dios, desde el desierto. Un desierto que se transforma en oasis, en vergel, pues la Palabra de Dios lo ilumina y el fruto de la Eucaristía lo embellece, los transforma, lo llena de vida. Hemos descubierto las esclavitudes de nuestro corazón, piedras de nuestro camino, así, hemos acudido al Santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia para poder reconciliarnos con Dios, con los hermanos y con nosotros a través del Sacramento de la Penitencia. Y, de este modo, habiendo entrado en nosotros y en la intimidad con Dios nos sentimos enviados, invitados a salir a las periferias de Ciudad Rodrigo para invitar a la gente a participar en la Vigilia de Rio de Janeiro, hemos salidos a las plazas y a las calles para anunciar a Cristo, el Señor.

Estamos expectantes ante lo que el Papa Francisco dirá a los jóvenes, a los mayores a la Iglesia...

Jorge Fernández Bastardo, Delegado de Pastoral Juvenil Diócesis de Valladolid