15-16.marzo.2014__ Un grupo de catequistas de la Región del Duero hemos pasado el fin de semana haciendo Ejercicios Espirituales en la Casa de Espiritualidad "Santa María de Nazaret" que las Hermanas Misioneras Eucarísticas de Nazaret tienen en Palencia.

La disponibilidad y la apertura de Espíritu con la que venían ha sido elemento favorable para la acción de Dios en cada uno de ellos; con una historia personal, con una realidad particular,... se han ido dejando llevar por la dinámica de los Ejercicios Espirituales según San Ignacio de Loyola.

Don Esteban, obispo de Palencia, nos celebró la Eucaristía el primer día y nos animó en tres caminos: espiritualidad - formación - testimonio.

El tiempo de Cuaresma, tiempo de purificación y preparación personal, camino hacia la Pascua, nos parece momento muy aconsejable para tener experiencias de este tipo.
Una herramienta clave de la que nos hemos servido para encauzar a cada persona en esta experiencia ha sido el acompañamiento personal.

El silencio ha sido otra de las mediaciones más importantes para escuchar al Señor en la oración tanto personal como comunitaria, en la celebración de los sacramentos y en el reconocimiento de Su Presencia en todos y en todas las cosas.

Para nosotros como catequistas es muy importante la oración. Durante estos días hemos podido abstraernos de la realidad y sentir al Señor más cerca de nosotros, dejándonos iluminar nuestra vida por Él. Le hemos mirado con más frecuencia y nos hemos dejado mirar por Él. Queremos adherirnos a su Persona, dejarnos seducir por Él y apasionarnos por su Palabra que llena nuestro corazón y es de lo que hablará nuestra boca.

Sabemos que son pocos días, pero menos es nada, damos gracias por esta oportunidad que nos sirve como trampolín hacia la vida misma (5ª semana de Ejercicios), pues el "hagamos tres tiendas" de la Transfiguración ya lo hemos vivo, ahora nos toca ser testigos de lo que hemos visto y oído.

Juan Carlos Plaza, Delegado de Catequesis en Valladolid