José Mari R. Olaizola, sj propuso, en la Sala Borja, entre el lunes 27 y el miércoles 29 de febrero, adentrarse en la pasión, planteando que es una historia contemporánea. Habló de las fragilidades, la de Pedro y la nuestra. También de las encrucijadas en las que se desenvuelve la vida: Entre las seguridades y las incertidumbres. Entre la superficialidad y la hondura. Entre el egoísmo y la honestidad. Planteó diversos escenarios en los que podemos vivir: las jaulas de oro, o la intemperie en la que tal vez arriesgamos más, pero también vivimos más.

Con las palabras de Jesús en la cruz, habló de perdón, de encuentros, de miedo, de sed, de soledad, de confianza. Y planteó, al fin, que como los primeros discípulos, nosotros somos hoy los protagonistas de la resurrección, porque nos toca buscar al Dios vivo. Buscarlo, sabiendo que a menudo se nos escapa. Buscarlo aunque nunca lo encontremos del todo. Buscarlo, y hacer de la misma búsqueda la aventura que puede definir nuestras vidas.  Es una alegría sentirse parte de esta gran comunidad que busca, cree y camina unida.