El hermano Miguel Pajares fallece a causa del ébola
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- Categoría: Actualidad Diocesana
- Escrito por Iglesia en Valladolid
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12.agosto.2014__ El hermano Miguel Pajares, contagiado de ébola, ha fallecido en el Hospital Carlos III de Madrid, a los 75 años de edad. El religioso pertenecía a la Orden Hospitalaria de san Juan de Dios y fue infectado de ébola cuando trabajaba como misionero en Liberia.
Miguel Pajares, natural de La Iglesuela (Toledo), llegó al contiente africano en la década de los 60 del siglo XX: primero estuvo en Ghana y desde 2007 vive en el hospital San José de los hermanos de san Juan de Dios (en Liberia), donde trabaja como director espiritual y responsable de la Pastoral de los enfermos.
Para toda la Familia Hospitalaria hablar de Miguel Pajares es, también, hablar del centro San Juan de Dios de Valladolid, donde el religioso desarrolló su labor pastoral durante varios años. Se integró en la Delegación Diocesana de Catequesis Especial, trabajando junto al sacerdote José Heras en todo lo relacionado con la atención a las personas con discapacidad. Además, colaboró acompañando a los grupos de Fe y Luz que existen en la capital vallisoletana y animó los certámenes de la canción que dieron lugar al Encuentro Estatal de Jóvenes y Voluntarios Capacha.
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— Nota Oficial de la OMP ante el fallecimiento del hermano Miguel Pajares. |
Un religioso que vivía para los pobres
La sensibilidad de Miguel Pajares hacia el desarrollo y la salud de los países empobrecidos estuvo siempre en sus venas y, por ello, durante su estancia en la diócesis de Valladolid organizó charlas, reuniones y testimonios que compartió con todas las buenas gentes de la parroquia de San Andrés y de los pueblos de Tiedra y Campaspero. Así, logró que se tejieran y confeccionaran vestidos, trajes, ropa para niños y hasta unas excelentes vendas que calmaron el dolor de cientos de personas en varios países de África.
Tratamiento experimental
Según los familiares de Miguel Pajares, había empezado a recibir el medicamento experimental ZMapp para combatir la enfermedad, pero los médicos ya habían advertido que el tratamiento, importado de manera excepcional desde Ginebra, hasta ahora sólo lo había recibido otros dos infectados norteamericanos, sin resultados definitivos. |
