11.abril.2014 | MENSAJE_ El arzobispo de Valladolid, dirige un sencillo mensaje con motivo del inicio de la Semana Santa 2014.

A TODOS LOS FIELES DE LA DIÓCESIS DE VALLADOLID Y A LOS VISITANTES ANTE LA SEMANA SANTA:

Nos encontramos en el umbral de la Semana Santa y deseo a todos que la celebración de estos días, particularmente santos, sea vivida con intensidad religiosa.
En nuestra Diócesis tenemos la fortuna de poder celebrar la Semana Santa, no solo en el templo como todos los cristianos de otros lugares, sino también en la calle; en las iglesias celebramos las acciones litúrgicas que actualizan los grandes misterios de la pasión, muerte y resurrección del Señor, y las procesiones transforman nuestra ciudad y pueblos en una manifestación extraordinaria de religiosidad popular.
Esperamos que el tiempo nos permita celebrar las procesiones con su ritmo propio. De este modo, cada manifestación podrá ser vivida con profunda espiritualidad por los cofrades y por los que, desde las aceras y las plazas, contemplan la marcha procesional.
Deseo que todos sintonicemos con lo que significa esta manifestación religiosa que discurre por las calles: desde el punto de vista artístico, incluye unos pasos bellísimos, que son cumbre del arte sagrado, y cada procesión posee una elocuencia religiosa en muchas ocasiones admirable. Al contemplarlas, debemos sentir que participamos de una tradición que viene de siglos a través de los que nos han precedido en la fe y en la piedad, y tenemos la responsabilidad de cuidarla y transmitirla a las nuevas generaciones.
Vivamos con intensidad la Semana Santa como un acontecimiento espiritual de primera magnitud, aunando íntimamente el cultivo de la fe y de la piedad con la belleza de los "pasos" y el ritmo de la música.

D. Ricardo, arzobispo de Valladolid